Dando nueva forma a tus sueños
Una de las preguntas más comunes realizadas por mujeres es ¿es normal tener asimetría mamaria? O lo que es lo mismo, tener un pecho más grande o de forma distinta al otro. La respuesta es sí. Es totalmente normal que esto ocurra. Al fin y al cabo, el cuerpo humano no es 100% perfecto.
Ten en cuenta que, según numerosos estudios médicos, más de un 95% de mujeres padecen asimetría mamaria y solo alrededor de un 15% es necesario recurrir a la cirugía.
Las causas de esto, es principalmente por estética. En ocasiones, la diferencia de tamaño de pechos es elevada y esto puede causar problemas de autoestima, alteración física e incluso problemas psicológicos. Además, también se puede dar el caso de problemas de espalda debido al peso de las mamas.
Este defecto visual se trata con una intervención quirúrgica. El objetivo de esta es mejorar el aspecto y el tamaño de la paciente. Es importante destacar que el cuerpo humano no es simétrico en su totalidad, y tampoco quedaría natural que los dos pechos sean exactamente igual uno al otro.
En algunas ocasiones, es evidente qué mama prefiere la paciente que se le tome como referencia para actuar en el otro, pero aun así, es mejor preguntar.
Es muy importante saber que cada persona es distinto caso. La mayoría de veces se resuelve con la implantación de prótesis. En otros, la paciente requerirá una cirugía más compleja de la glándula mamaria, y otras veces, se corrige con una reducción o elevación de su pecho. A continuación, te detallamos las técnicas más frecuentes:
En el ámbito médico, nos podemos encontrar dos tipos de situaciones:
El tener mamas de tamaño elevado puede causar dolores de espalda, entre otras lesiones. Es por este motivo, además del estético, por el cual cada día más mujeres se deciden a someterse a una reducción de tamaño de pecho.
Se puede utilizar cualquiera de las siguientes técnicas: liposucción o patrones que incluyen resección de piel entre otros, tratando el pecho escogido como patrón para elevar el pezón o areola y remodelar el polo inferior y el surco submamario del contralateral.
En cuanto a la forma de intervención, en estos casos conviene usar tejidos propios, bien infiltrando grasa propia mediante lipofilling, o usando colgajos locales o regionales como el TDAP (Colgajo de perforantes cutáneas de los vasos toracodorsales) o el LICAP (Colgajo lateral de perforantes intercostales).
Los implantes de silicona quedan en un segundo plano, ya que si introducimos una prótesis, el desarrollo de la cápsula fisiológica provocará que los pechos se desarrollen de manera diferente, estando el seno con el implante con mayor proyección y elevación que el no intervenido, que tenderá a desvanecerse con el paso de los años.
Normalmente, se piensa que solo existe un tipo de asimetría mamaria, pero no es así. En conclusión, podemos destacar tres tipos de asimetría mamaria que explicamos a continuación: