La mayoría de quienes se rompen el tendón de Aquiles sienten como si alguien les hubiera golpeado la pantorrilla. El dolor intenso es acompañado por un sonido de rotura o quiebre, seguido de la hinchazón cerca del talón y la imposibilidad de doblar el pie hacia adentro o empujar la pierna hacia adelante al caminar.El tendón de Aquiles es un fuerte cordón fibroso que conecta los músculos de la parte trasera de la pantorrilla con el hueso del talón, esta lesión del tendón de Aquiles requiere, en la mayoría de los casos, tratamiento quirúrgico.
La rotura del tendón de Aquiles es una lesión grave para cualquier deportista, que tiene una larga recuperación.
La lesión también puede resolverse de manera natural, sin una cirugía, pero es una opción que sólo se reserva en casos de pacientes mayores de 60 años y que son sedentarios.
Existen dos opciones de cirugía: una mínimamente abierta y otra abierta con grandes incisiones. Mientras más pequeña, menos complicaciones probables.
Luego de una operación, se requiere inmovilizar la zona con una bota ortopédica y de a poco, recobrar la movilidad. Generalmente se recomiendan ejercicios de fisioterapia y masajes para el fortalecimiento de los músculos y el tendón.
El talón de Aquiles suele recuperarse íntegramente, en general, si se opera en forma precoz, recupera la fuerza y se puede retornar el deporte a los 6 meses.
Si bien en algunos casos la rotura del tendón de Aquiles puede no presentar signos ni síntomas, lo más habitual es que los pacientes sientan:
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