Te espera un mundo de beneficios.
Este domingo 19 de mayo se dio término a la conmemoración de la Semana Internacional del Parto Respetado, la que tiene como objetivo promover una manera más digna de nacer, garantizando los derechos de la mujer y sus familias durante la gestación, parto y puerperio.
El término «parto respetado» o «parto humanizado» hace referencia el respeto a los derechos de las madres, los niños y niñas y sus familias en el momento del nacimiento. Promueve el respeto a las particularidades de cada familia – etnia, religión, nacionalidad- acompañándola a través de la toma de decisiones seguras e informadas.
El parto respetado implica generar un espacio familiar donde la mamá y el recién nacido/a sean los protagonistas y donde el nacimiento se desarrolle de la manera más natural posible.
¿Cuáles son los beneficios de este tipo de parto?
Sin duda que uno de los beneficios más importantes es que el resultado es un parto completamente fisiológico, con menos riesgo de secuelas producto de un parto traumático o infecciones de la herida operatoria o complicaciones anestésicas en el caso de una cesárea. Se ha observado que cuando ocurre un parto respetado o humanizado, el tiempo del trabajo de parto se acorta, hay menos administración de fármacos para el dolor, menos traumas en los tejidos del periné, menos costos, mejores índices de satisfacción por parte de la mujer, se favorece la bajada de la leche y el apego.
Pero, el obtener un parto respetado, hace énfasis hoy en la valorización de los principios de las relaciones interpersonales y en la organización neurobiológica del cerebro y del desarrollo, haciendo hincapié en el hecho de que los primeros vínculos establecidos por la madre, padre, familia con el/la recién nacido/a en el momento del parto darán forma a los circuitos neuronales responsables de los comportamientos y las acciones de este niño o niña en el futuro.
El ginecólogo Carlos Burgo, explica en su página Parto Humanizado que algunas de las características del parto respetado son:
–No intervenir o interferir rutinariamente en este proceso, no habiendo una situación de riesgo evidente.
–Reconocer y respetar las necesidades individuales de cada mujer o pareja y el modo en que desean transcurrir esta experiencia.
–Respetar intimidad del entorno durante el parto y nacimiento.
–Favorecer la libertad de posición y movimiento de la mujer durante todo el trabajo de parto.
–Promover el vínculo personalizado entre la pareja y el equipo de asistencia profesional.
–Respetar la necesidad de elección de la mujer de las personas que la acompañarán en el parto.
–Cuidar el vínculo inmediato de la madre con el recién nacido, evitando someter al bebé a cualquier maniobra de exámenes innecesarios.
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